Dijo el Señor Bendito:

“El yo, armonizado por el yoga, ve al YO que mora en todos los seres y a todos los seres en el YO; por doquier ve lo mismo. A quien Me ve por doquier y ve a todos en Mi, a ese nunca le soltaré, ni él jamás se soltará de Mi. Quien, establecido en la unidad, Me adora, morando en todos los seres, ese Yogi vive en Mi, cualquiera sea su modo de vida. Quien a través de la semejanza del YO oh Arjuna! ve la igualdad en todo, ya sea placentera o dolorosa, es considerado un Yogi perfecto.”
Nota:
“yo”: Alma o Ser individual.
“YO”: este “Yo” hace referencia a Krishna, quién para India es la encarnación de Dios en la Tierra.
“Quién no malquiere a ser alguno, el amable y compasivo, libre de apegos y egoísmo, ecuánime en la dicha y en la pena, indulgente, siempre gozoso, en armonía con su regulado Espíritu, de voluntad resuelta con mente y discernimiento posados en Mí, ¡oh Devoto Mío!, él es a quién Yo amo”
“Quien no conturba al mundo ni el mundo le conturba (quien no agita o molesta las cosas), que está libre de las inquietudes del goce, del temor y de la cólera, él es a quien Yo amo”.
“El que nada desea, el que sin pasión, sereno, experimentado y puro renuncia a toda empresa, él ¡oh devoto mío!, es a quien Yo amo.”
“Quien inalterable se mantiene ante el amigo y ante el enemigo, en la fama y en la ignominia, en el calor y en el frío, en la dicha y en la pena, libre de apegos, que por igual recibe la alabanza y el vituperio. Silencioso, del todo satisfecho con lo que le sucede, de mente firme y plena devoción, él es a quien Dios ama. Más en verdad aquellos devotos llenos de fe para quienes Dios es el Supremo Objeto y participan de esta vivificadora Sabiduría que aquí Dios te reveló, ellos son a quienes el Señor predilectamente ama”.
“Sumerge tu pensamiento en Mí (pensamiento y corazón en India son uno), sé Mi devoto, sacrifica en Mi honor, póstrate ante Mí y de este modo llegarás a Mí, te lo prometo en verdad porque te amo”
“Desiste de toda externa apariencia religiosa (meros rituales y asistencias a iglesias y templos sin sinceridad) y halla en Dios tu único refugio, no te aflijas, Dios te librará de toda culpa”
“Nada digas de esto al hombre mundano, ni al impío, ni al que no quiere oír la palabra de Dios, ni al que de Dios maldice. Pero quien con sublime devoción divulgare este secreto entre Mis devotos llegará hasta Mí sin duda alguna. Nadie entre los hombres podrá ofrecerme mas grato servicio, ni otro hombre alguno será tan amado por Mí sobre la Tierra. Y el que meditare, este nuestro santo coloquio, por él me adorara por sacrificio de Sabiduría, tal es Mi voluntad. Y también el hombre que lleno de fe lo escuchase tan sólo, sin escarnio, alcanzará, libre de mal, el esplendente mundo de los justos”.
“Quien no conturba al mundo ni el mundo le conturba (quien no agita o molesta las cosas), que está libre de las inquietudes del goce, del temor y de la cólera, él es a quien Yo amo”.
“El que nada desea, el que sin pasión, sereno, experimentado y puro renuncia a toda empresa, él ¡oh devoto mío!, es a quien Yo amo.”
“Quien inalterable se mantiene ante el amigo y ante el enemigo, en la fama y en la ignominia, en el calor y en el frío, en la dicha y en la pena, libre de apegos, que por igual recibe la alabanza y el vituperio. Silencioso, del todo satisfecho con lo que le sucede, de mente firme y plena devoción, él es a quien Dios ama. Más en verdad aquellos devotos llenos de fe para quienes Dios es el Supremo Objeto y participan de esta vivificadora Sabiduría que aquí Dios te reveló, ellos son a quienes el Señor predilectamente ama”.
“Sumerge tu pensamiento en Mí (pensamiento y corazón en India son uno), sé Mi devoto, sacrifica en Mi honor, póstrate ante Mí y de este modo llegarás a Mí, te lo prometo en verdad porque te amo”
“Desiste de toda externa apariencia religiosa (meros rituales y asistencias a iglesias y templos sin sinceridad) y halla en Dios tu único refugio, no te aflijas, Dios te librará de toda culpa”
“Nada digas de esto al hombre mundano, ni al impío, ni al que no quiere oír la palabra de Dios, ni al que de Dios maldice. Pero quien con sublime devoción divulgare este secreto entre Mis devotos llegará hasta Mí sin duda alguna. Nadie entre los hombres podrá ofrecerme mas grato servicio, ni otro hombre alguno será tan amado por Mí sobre la Tierra. Y el que meditare, este nuestro santo coloquio, por él me adorara por sacrificio de Sabiduría, tal es Mi voluntad. Y también el hombre que lleno de fe lo escuchase tan sólo, sin escarnio, alcanzará, libre de mal, el esplendente mundo de los justos”.